Los seres humanos son capaces de reaccionar de distintas formas al salir de su zona habitual de confort, dar el paso es sumamente difícil pero a la hora que tomas la decisión tienes que sacar fuerzas de donde sea para poder continuar con tu travesía.
La verdad, si no te arriesgas no será capaz de descubrir de que madera o material estas hecha/o, al emprender el vuelo a lo desconocido millares de pensamientos se acercaran a tu cabeza.
En medio de tantos sentimientos encontrados, lo importante es ser capaz de detenerse y pensar que lo importante es seguir adelante con nuestros planes, metas y objetivos, provechando las oportunidades que se nos presentan día tras día.
Adelante que la vida nos trajo hasta aquí por alguna razón, aprovecha cada circunstancia de la vida, sácale el máximo provecho, que las oportunidades y las cosas buenas solo pasan una vez.
Yo me atreví alzar el vuelo, y tú ¿qué estas esperando, que pasen los años y cuando despiertes sea demasiado tarde?.
¡Vamos allá que el que no arriesga no gana!